martes, 13 de abril de 2010

EL PRIMER VIERNES DE MARZO, UNA TRADICIÓN DE MAGIA Y SORTILEGIO EN LOS TUXTLAS.

Este es un escrito dedicado a las personas de los Tuxtlas, que aún en el siglo XXI siguen conservando sus tradiciones al asistir al Cerro “Mono Blanco” el primer viernes de marzo, con el fin de practicar sus ritos , conjuros y la magia heredada de San Cipriano
"Mono Blanco", cima donde invoco y saludo a Lucifer.
Gueixpal Seba


POR EL DR. SALVADOR NAVARRETE GÓMEZ

El Cerro "Mono Blanco", no es patrimonio exclusivo de Gueixpal Seba de Catemaco, sino de todos los brujos Tuxtlecos que al conjuro de esta fecha, asisten a su cumbre y entorno, para celebrar una ceremonia llena de magia y exorcismo, que se ha hecho tradicional en la Suiza Veracruzana y reconocida en el mundo entero, por que nació con los primeros hombres que surgieron de las Cuevas de Cro-Magnón en Francia. Desde esa época, hace 50,000 años, el hombre primitivo que seguía al reno fue mago y hechicero, por la necesidad de ahuyentar a los espíritus malignos que atacaban a sus semejantes.

El primer viernes de marzo, fue una buena selección que hicieron los brujos Tuxtlecos para su rito de hechizos y encantamientos, por que el viernes es un día, dedicado al planeta Venus, con horas especiales para hablar con los espíritus, y a las doce de la noche, a confirmar el pacto con el mayor de los demonios con sus dedos de azufre, que quisiéramos que llegaran a Chechenia y Chiapas a disipar el olor a pólvora. Ojalá que todos los brujos recuerden hoy, que la mayoría de los mortales llevamos el diablo adentro -hasta San Cipriano-, y hagan un espacio en el programa del rito, para suplicarle al máximo rey del averno, saque los espíritus malos que llevan en las entrañas aquellos que asesinan y roban con la cruz colgada en el cuello, que nos hace recordar a aquella cuarteta que llevo grabada desde niño:


“En la época de las bárbaras naciones
de las cruces colgaban los ladrones;
y hoy; en el siglo de las luces,
del cuello del ladrón cuelgan las cruces".


Lucifer nunca se ha de "convertir" como San Cipriano, por que el pacto indisoluble que ha hecho con todos los "iniciados" y hechiceros del mundo, representan el equilibrio en la balanza mágica que acompaña al rito en la cima de las montañas, para hacer justicia y demostrar el arte y poder del exorcismo, que con el tiempo, se ha colocado en la historia. Tan es así, que Gutiérrez Tibón nos habla de los brujos de Moctezuma llhuicamina, que a mediados del siglo XV, hicieron que una Indígena llegara en tres días de Guatemala a Tenochtitlán; cuando siempre el recorrido se hacía en 45 días.

Uno de los mejores libros de magia., considerado el tesoro del hechicero, es el de San Cipriano, que escrito en hebreo, en sus páginas se encuentra todo el prodigio de la magia y la escuela de los sortilegios. Sus signos cabalísticos preferidos fueron el Dragón Rojo y la Cabra del Infierno a del “Arte”, con poder absoluto, para qué el libro siempre estuviera junto a Cipriano, ya que su estudio le había demostrado la verdadera ciencia y dominio sobre todo lo creado. Cipriano el mago nació en Antioquia, de familia acomodada, dominó todas las artes mágicas hasta que se convirtió al cristianismo a los 30 años de edad. Llegó a efectuar sorprendentes encantamientos, pero no pudo convencer a una bella doncella de Antioquía para que aceptara a un joven que la solicitaba como esposa. La joven era ya ferviente cristiana.

Cipriano, al verse derrotado ante la delicada joven, le reclamó a Lucifer por que fueron inútiles todos los sortilegios que le dieron fama. Lucifer le contestó que el Dios de los cristianos, es todo poderoso, que no se puede estar en contra de los que hagan uso del signo de la cruz. La joven doncella tenía el signo de la cruz de San Bartolomé en la mano derecha, que tiene poder contra cualquier maleficio... Decepcionado Cipriano, renegó del Demonio, y al instante se hizo discípulo de Cristo. Más, tarde al llegar hasta el martirio, ocupa un lugar entre los Santos.

Soy un Médico cirujano que tengo fe, como la que profesan hacía mí aquellos enfermos que atiendo; por eso he manifestado siempre mi reconocimiento a todos los brujos, hasta en sus más grotescas aptitudes, por que son la réplica de aquellos que hace más de 20,000 años, fueron los primeros Médicos.

Por mera curiosidad, hoy sólo he consultado a un hechicero que nombro al principio, por que sin saber quien era, me obsequió un amuleto con mi nombre, que lo llevo en la bolsa izquierda de la camisa, como el pañuelo en la bolsa derecha del pantalón. La fe hace que uno se sienta más seguro y más optimista.

Espero que estas modestas líneas sean de reconocimiento para todos los brujos que se reúnen hoy en el cerro "Mono Blanco", deseando que los exorcismos, las invocaciones y sortilegios surtan efectos positivos para lograr la paz donde quiera que se derrame sangre.



Viernes 3 de Marzo de 1995

No hay comentarios:

Publicar un comentario