lunes, 8 de febrero de 2010

EL TERRORISMO Y LA GUERRA ALTERAN EL MEDIO AMBIENTE



EL TERRORISMO Y LA GUERRA
ALTERAN AL MEDIO AMBIENTE


Este artículo lo escribió el Dr. Salvador Navarrete, con el cual pretende hacer conciencia de los daños que le estamos ocasionando al planeta tierra consiente e inconscientemente pero todos de algún modo estamos contribuyendo a esto.

Chispazo de luz del cielo
que en vertiginoso vuelo
anuncia la tempestad.
(Hermanos Martínez Gil)


Por el Doctor salvador Navarrete Gómez

Este 22 de abril es declarado con mucha razón –Día Mundial de la Tierra, “MADRE DE LAS MIL TETAS” como cantara el poeta, pero hoy sin pezones, convertidos en agujeros por donde el hombre explota el petróleo, producto no renovable, que rebasando la barrera del tiempo en comunicaciones aéreas mata como el amoniaco en –Nanchital, recientemente joven municipio que se emancipó por la lucha tenaz de Francisco Balderas y Ramón Hernández Toledo.

El petróleo debe ser para uso doméstico, es decir, para México y más para Veracruz, con Nanchital al frente, que tiene muchos huecos por donde sale a borbotones.

No hay que venderlo con exageración porque hay sexenios que no saben administrar esa paraestatal, que es “LA GALLINA DE LOS HUEVOS DE ORO”.

Allá por la década de los setenta, en el siglo XX, unos investigadores ingleses declararon que estaba ligeramente desviado el eje mayor de la Tierra y, consecuentemente, podía perder su peso específico, con riesgo de ser atraída por la fuerza de tracción universal del sol, para convertirse en una masa o esfera “incandescente”, semejante a la de la Teoría de Laplace, que estudiamos en la Escuela Secundaria.

Actualmente, los medios de comunicación han declarado que el calentamiento global del planeta puede ocasionar un Cataclismo no muy lejano, cuando ya hubo un aviso del Tsunami.

Esperamos que la Universidad Nacional Autónoma de México convoque a los investigadores de esta especialidad, para que hagan un estudio de las condiciones en que se encuentra la Madre Tierra, que también lastiman las empresas crematorias, cuando un cadáver lo convierten en un “puño de cenizas”, ignorando que casi equivale a una tonelada del mejor fertilizante. Los deudos reciben la ceniza, que colocan en cualquier rincón.

En los panteones de poblaciones que no tienen rango de ciudad se paga el tributo completo a la Madre Tierra, porque las fosas no llevan cemento donde reposa el féretro. Hay muchos árboles frondosos, naranjos con fruta muy dulce y flores muy bellas.

Hace muchos años, un desierto de 300 kilómetros en los Montes Urales, los rusos lo convirtieron en exuberante montaña, sembrando un árbol sobre un cadáver.

Hoy, con el temor de ese calentamiento global del planeta, debemos mejorar el medio ambiente para estar un poco más parados sobre la Tierra, sembrando árboles como lo están haciendo en estos momentos nuestros vecinos del norte.

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