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Altamirano N° 41
San Andrés Tuxtla Ver.
SEGUNDA CRONIQUITA DEL PUEBLO
Doctor Salvador Navarrete Gómez
Ya para llegar hasta los días que estamos viviendo, por los días que estamos viviendo, por 1948 se hizo la primera intervención quirúrgica: fue una perineoplastía que hiciera el Dr. Villalpando a una joven de aquella época que sólo la conocimos por Goya o “Ve- lorio”. Se trataba de una malformación hereditaria de vagina que compuso el Doctor.
El primer sanatorio estuvo en la calle Maurilio Cortés Número 14, los fundadores fueron los Doctores Salvador Navarrete y Jorge Kuri; se hizo mucha cirugía mayor.
Rodríguez Clara es tierra de gallos de pelea; jamás han dejado de alegrar con su canto bravío los príncipes emplumados a todos los que vivimos en este bendito suelo. Debemos entender que el gallo no es un sobrante de la naturaleza, es también un representante de su equilibrio, y el vocablo significa Gladiador. Frecuentemente decimos: fulano es un gallito, mi “Gallo es sultano”. En síntesis, es el animal más valiente que hay sobre la tierra, no admite rival enfrente; pelea por su hembra, pelea por su solar, pelea porque le gusta y pelea porque nació para eso.
A veces pienso que Rodríguez Clara por eso es “Un gallito de pelea” en cuestiones políticas. Pues bien un gallo que nació aquí por 1952, está considerado como el mejor de lo que va del siglo, ganó 14 peleas con todas las armas y en muchas partes, y no le tocaron un ojo. La última pelea fue con un gallo que fue a comprar a España don Armando Salcedo. También lo ganó y fue jubilado.
El gallo de pelea es admirado en todo el mundo por las emociones que nos proporciona cuando riñe, llegando a ser uno de los tantos desfogues de la vida.
Recordamos como tres mil años antes de Cristo, Temístocles ponía a sus soldados a ver una pelea de gallos para que así se portaran en campo de batalla. También muchos personajes importantes han sido aficionados a las riñas de los que todos los días le cantan a San Pedro: José Martí, de niño cuidaba su gallo que le regaló don Lucas Sotolongo para pelearlo los domingo.
Abraham Lincoln tenía su cuadra de gallos de combate, como los crío y peleó después Charles De Gaullen en Francia. Los Frailes Marcelino Benavente y Emilio Correa de Argentinas tenía magníficos gallos.
En la actualidad el premio Nobel Colombiano, Gabriel García Márquez también es admirador de los “Príncipes Emplumados”, como se nota en EL CORONEL NO TIENE QUIEN LE ESCRIBA y otras de sus obras que sólo lo menciona…. Si se puede, para otra ocasión seguimos hablando del ser más macho de la tierra.
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